En la capital histórica de la región de Champaña, en el Gran Este francés, culminó en medio de celebraciones la etapa 56 del relevo de la antorcha olímpica, un periplo de 12 mil kilómetros por suelo galo que comenzó el 8 de mayo en la sureña Marsella, a donde la flama arribó por mar procedente de Grecia, la cuna del olimpismo.
Antes de entrar en Troyes, la llama pasó por varias comunas del departamento de Aube, entre ellas Ervy-le-Châtel, Nogent-sur-Seine y Romilly-sur-Seine.
La visita del símbolo de los juegos al Gran Este se produjo en vísperas de su primera llegada a París, urbe que será su morada final con el encendido, el 26 de julio, del pebetero de la cita estival bajo los cinco aros.
Mañana y el lunes la capital francesa vivirá jornadas especiales por el paso de la antorcha, que podrá ser apreciada durante toda la noche de domingo para lunes en la Alcaldía de París.
jcm/wmr





