En diálogo con la prensa extranjera, el presidente de la Federación de Comunidades Kakataibo, Marcelo Odicio, y la titular de la Federación de Mujeres Katataibo, Jackeline Odicio, señalaron que si no encuentran justicia para la muerte de Isacama, la tomarán por su propias manos.
Explicaron que las amenazas de muerte exigen que los nativos dejen de denunciar la presencia ilegal de invasores y de narcotraficantes que, incluso, tendrían influencia en la Policía.
Los dirigentes denunciaron la actividad de narcotraficantes, evidenciada en la construcción de dos pistas de aterrizaje clandestinas para narcoavionetas y se ha descubierto al menos un laboratorio de elaboración de droga.
Aclararon que, si las autoridades no lo hacen, ellos buscarían a los asesinos, los aprehenderían y los entregarían a la Policía, cuya presencia es nula en ese territorio en los territorios afectados por invasiones de colonos con fines de cultivo ilegal de coca o palma aceitera, o de explotación de madera.
Marcelo Odicio añadió que solo en el caso extremo de que persista el asedio de los intrusos y la policía no proteja al pueblo Kakataibo, tomarán medidas más drásticas, para las cuales carecen de armas de fuego pero usarían arcos y flechas que portan para la caza.
Los dirigentes llegaron a Lima para reunirse con autoridades gubernamentales y plantear la necesidad de una exhaustiva y pronta investigación del asesinato de Mariano Isacama, sexto dirigente Kakataibo ultimado desde 2020.
Indicaron que las cuatro primeras muertes quedaron impunes porque las investigaciones se archivaron sin éxito y la quinta está a punto de expirar de igual modo.
También demandan mayor presencia de la Policía y el Estado para impedir las actividades ilegales en sus tierras y en la reserva natural colindante.
Según Marcelo Odicio, Isacama es el dirigente amazónico número 34 asesinados por sicarios.
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