Con documentos de identidad falsos y presentándose como ingenieros en misión de trabajo, los atracadores, entre ellos una mujer, pagaron pasaje para volar entre las localidades de San Lorenzo y Bellavista, en la región amazónica de Loreto.
En una parada intermedia, en la pequeña población de Jeberos, dos de los pasajeros descendieron momentáneamente y retornaron cinco minutos después armados y abrieron fuego disuasivo, para obligar a los tripulantes a abandonar la aeronave y despegaron, según informe de la empresa Saeta, propietaria de la nave.
Michael Vargas, jefe de Seguridad de Saeta, agregó que es posible que el atraco tenga que ver con el narcotráfico y una versión periodística apuntó que la nave llevaba dinero.
“La hipótesis que manejamos es que quieren llevarse el avión fuera del país, porque no podrían operar en Perú”, añadió, aunque dijo que el aparato no tenía suficiente combustible para cruzar la frontera con Brasil, la más cercana.
No descartó sin embargo que desciendan en algún aeródromo clandestino para abastecerse de carburante.
El Ministerio de Transportes y Comunicaciones, en un informe sobre el asalto y secuestro de la avioneta, afirmó que “reitera su compromiso con la seguridad de todos los pasajeros y la integridad de las operaciones aéreas en el país”.
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