El anuncio fue muy bien acogido por numerosos trabajadores japoneses de las propias empresas, así como por aspirantes a obtener un empleo pues, a partir de ahora, podrán usar su cabello como cada cual decida, tras la revocación de la exigencia de mostrar un color de pelo natural.
Una prueba piloto hecha en un establecimiento de la multinacional de comida rápida en la ciudad de Osaka dio resultados positivos en abril, al conseguir triplicar el número de nuevos empleados en comparación con el año anterior.
La empresa decidió extender la medida a todo el territorio nacional, en busca de multiplicar su mano de obra, como mismo logró en el verano de 2021, cuando otra modificación en la política de apariencia permitió a los empleados dejarse barba, teniendo en cuenta diversas razones, entre ellas, las religiosas.
Por esa misma época, la cadena internacional de cafeterías Starbucks en Japón revisó su código de vestimenta para dejar a los trabajadores elegir el color de pelo y estilo de ropa favoritos.
Medidas similares han sido adoptadas por otras empresas como Food & Life Companies en su cadena de sushi de gran magnitud en Japón Sushiro, igual en busca de atraer mano de obra.
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