La Comisión de Asuntos de Prisioneros y Exprisioneros acusó al Servicio Penitenciario (IPS) de ese país de matar de hambre a los detenidos en la cárcel de Neguev como parte de su política de maltratos.
El IPS desarrolla una guerra psicológica y física contra nuestros compatriotas en franca violación de las normas y leyes internacionales, alertó la entidad en un comunicado.
Los palestinos detenidos son sometidos constantemente a palizas e insultos por parte de sus carceleros, quienes además practican deliberadamente negligencia médica contra ellos, afirmó el organismo. Advirtió que en las prisiones se propagaron numerosas enfermedades de la piel debido a la falta de normas mínimas de higiene y de ropa.
La comida proporcionada es pobre en cantidad y calidad, como resultado, muchos perdieron decenas de kilogramos de peso, indicó.
Recientemente, el Club de Prisioneros palestino condenó también las torturas y la política de hambre adoptadas por el IPS.
La estrategia de hambruna constituye una de las herramientas contra nuestros compatriotas “desde el comienzo de la actual guerra de genocidio contra el pueblo en Gaza”, afirmó la institución en un comunicado.
En ese sentido, acusó al ministro israelí de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, de impulsar no solo ese plan sino también ordenar los crímenes contra los prisioneros, incluido el asesinato mediante la tortura y la falta de atención médica.
Ante una petición presentada por organizaciones de derechos humanos israelíes al Tribunal Supremo sobre la alimentación proporcionada a los presos, el Club alertó que “el aparato judicial de la ocupación constituye la principal arma para afianzar muchos crímenes contra los detenidos”.
Señaló que las raciones de comida entregada a los prisioneros palestinos en los últimos meses no son suficientes y en muchos casos no son aptas para ingerir.
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