La noticia aparece en un escenario donde el gobierno del presidente Nayib Bukele acaba de presentar a la Asamblea Legislativa un proyecto de presupuesto, presuntamente financiado, según Hacienda, y que es blanco de críticas por opositores y algunos economistas.
Según el Consultor internacional y economista, Cesar Villalona, el proyecto infla algunos ingresos, incluye más endeudamientos, recorta recursos de las áreas sociales, provoca despidos y afecta servicios de salud y educación, entre otros y a la vez continuará el endeudamiento del país.
En ese escenario se produce el anuncio de los avances con el FMI de las negociaciones iniciadas en 2021, y de las que, en agosto de 2024, el Fondo aseguró habían concretado acuerdos preliminares en finanzas públicas y transparencia.
“Con el Fondo Monetario tenemos conversaciones, un diálogo profundo y muy avanzado, diría yo que estamos muy cerca de cerrar un acuerdo fiscal con ellos”, indicó el ministro Posada en la entrevista Dialogo 21.
Pese al diálogo entablado, el establecimiento del bitcoin como moneda de curso legal es aún un tema polémico y una de las principales piedras de tropiezo para concretar el pacto.
El titular de Hacienda manifestó que los ajustes realizados en el presupuesto general de la nación para el 2025 son parte del enfoque económico que el presidente Bukele anunció en la toma de posesión de su segundo mandato.
Reiteró nuevamente que no se contempla incremento en los impuestos o nuevos tributos, como lo sugerido por el FMI.
El ministro dijo que el pago de gasto corriente del presupuesto general de la nación para 2025 será financiado con lo que se recauda anualmente en ingresos. El gobierno presentó este lunes el presupuesto por nueve mil 663 millones de dólares, unos 970 millones menos respecto al presupuesto de 2024.
Ni siquiera vamos a prestar dinero para pagar los intereses de las deudas que nos heredaron. Hasta eso lo pagaremos de nuestra propia producción, señala el gobierno, algo que a corto plazo parece algo quimérico, según economistas que fijan su mirada en lo que exige el FMI.
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