Como parte de las medidas adoptadas para el evento, a realizarse del 14 al 16 de noviembre, los tres días fueron declarados no laborales en Lima, a lo que hoy se agregó la orden de que las clases en todos los niveles educativos se dicten en forma virtual desde el lunes 11 hasta el miércoles 13.
Otro decreto dispuso que en los ministerios y otros organismos estatales el personal labore también con la modalidad de teletrabajo, del 11 al 13 de este mes.
La medida incluye una lista de organismos y empresas privadas que deberán contar con personal que garantice los servicios básicos, las comunicaciones, el transporte y otras actividades esenciales.
De otro lado, el tránsito vehicular fue cerrado en una amplia zona de exclusión en torno al Centro de Convenciones de Lima que será sede de la reunión de los llamados líderes de 21 economías, en torno a la cual habrá reuniones de empresarios y contactos comerciales que el Gobierno anfitrión espera con optimismo.
El tránsito será afectado también en otras áreas de la ciudad por el deslazamiento de los mandatarios y sus comitivas.
Además, el Ministerio del Interior comunicó a la Federación Peruana de Fútbol (FPF) que el partido premundialista entre las selecciones de Perú y Chile no podrá jugarse en el Estadio Nacional sino en el estadio del Club Universitario, porque la Policía no puede darle garantías de seguridad.
El director deportivo de la FPF, Juan Carlos Oblitas, manifestó su contrariedad por el cambio de sede, pidió que las autoridades revisen su decisión y recordó que en una anterior cumbre de Apec realizada en Lima, hubo un juego similar en el escenario hoy vetado, al que llamó “la casa de la selección peruana”.
La seguridad incluye un gran despliegue de la Policía Nacional y esta será respaldada por un total de cinco mil 600 militares, que fueron presentados esta semana por la presidenta Dina Boluarte.
La eventual perturbación de la cita de APEC por protestas sociales motivadas por el desborde de la criminalidad y otros factores, fue descartada por el canciller, Elmer Schialer, quien dijo que expuso las previsiones adoptadas a las embajadas de los países participantes, que quedaron satisfechas con el informe.
Si bien, como es usual, cada visitante trae su propia seguridad,
el casi expresidente norteamericano, Joseph Biden, vendrá acompañado por un contingente de 600 infantes de marina, aviones, un barco y armamento diverso.
Sin que se haya informado por qué, el pequeño ejército está autorizado a instalarse en Lima y en Pisco, a 230 kilómetros al sur de aquí, y Chiclayo, a 780 kilómetros al norte de Lima, donde hay bases de la Fuerza Aérea Peruana.
Además, los militares estadounidense se encuentran en Perú desde el 4 de noviembre y permanecerán en el país hasta el 20, lapso que rebasa ampliamente las tres jornadas en las que estará Biden en Perú.
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