En una nota publicada por el Ministerio de Relaciones Exteriores, la administración del presidente Luiz Inácio Lula da Silva indica que «tomó conocimiento, con pesar, del terremoto de magnitud 6,8 que afectó la región oriental del territorio de Cuba ayer, 10 de noviembre. El episodio ocurrió pocos días después del paso de los huracanes Rafael y Oscar», apunta.
Refiere que los sucesivos desastres naturales que han golpeado al archipiélago en las últimas semanas han agravado el delicado marco económico y la crisis energética por la que atraviesa la nación caribeña.
«Al reiterar su plena solidaridad con el Gobierno y pueblo cubanos, Brasil renueva sus llamamientos para que se revisen y flexibilicen las sanciones unilaterales que, desde hace más de seis décadas, perjudican el desarrollo económico y social del país», señala el texto en clara alusión al bloqueo de Estados Unidos.
Reitera que ese cerco afecta «directamente las condiciones de vida de sus habitantes y, en particular, de las poblaciones más vulnerables».
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