martes 10 de diciembre de 2024
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Tierra de reyes y reinas (+Foto)

Luanda, 30 nov (Prensa Latina) Probablemente el nombre de la reina NzingaMbandi (1580-1663) sea conocido para muchos, pues la legendaria soberana del reino mbundu de Ndongo y del creado por ella, Matamba, se destacó como guerrera, política y diplomática, por preservar la independencia de sus tierras y ganarse el respeto de los colonizadores de Portugal.

Sin embargo, Angola, el país que hoy acoge el escenario donde la también llamadaJinga, Zhinga, Ginga o Ana de Sousa fundó su leyenda, continúa hasta la actualidad como tierra de reyes y reinas, quienes gozan de gran autoridad moral, jurídica y educativa.

La inmensa mayoría de la población angoleña, sobre todo la que vive en zonas rurales, está regida por autoridades tradicionales que son veneradas y respetadas por la comunidad, pues son vistas como el prolongamiento de los ancestros y representantes de sus espíritus.

Entre ellas sobresalen los reyes y reinas de varios pueblos, quienes son considerados guardianes de las tradiciones ancestrales de estas poblaciones unidas por la etnia y la cultura, y cuya entronización se realiza según los preceptos culturales del linaje al cual pertenecen.

Estos monarcas no tienen poderes de jefe de Estado, pero mantienen una influencia en asuntos específicos de sus pueblos, como el manejo de las tierras, la regencia de las personas y la resolución de conflictos comunitarios.

Entre los más conocidos está el rey Ekuikui VI TchongololaTchongonga, que ascendió al trono de Bailundo en 2021 y se distingue por su labor en el rescate de la cultura africana.El actual territorio de su reino contiene el municipio de Bailundo, así como algunas zonas vecinas de Mungo, Lounduimbale y Tchicalala, en el centro de Angola.

Entronizada en septiembre de 2024, la voz de la reina Nyakatolo Ana Bela NgamboKaumba, del reino Luvale, se hizo escuchar en la Asamblea Nacional cuando el Legislativo debía analizar la división de la provincia de Moxico y el nombre propuesto para la nueva provincia no era del agrado de su pueblo.

Al final, el Parlamento le dio la razón a la soberana, cuyos dominios se extienden por Moxico, Lunda Sul, Lunda Norte, así como en algunas comunidades en la República Democrática del Congo y Zambia.

Con sus vestuarios característicos, símbolos de poder y sus respectivas cortes, son dos ejemplos de la coexistencia de estas figuras con la organización moderna del Estado angoleño.

(Tomado de Orbe)

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