De acuerdo con una nota de prensa de la Defensa Civil Siria, el incidente ocurrió en la aldea de Abu Taltal en el municipio de Al-Bab, cuando dos personas encontraron el proyectil en su tierra y trataron de removerlo, lo que provocó su estallido.
En un suceso similar, otra persona resultó lesionada como consecuencia de la explosión de un proyectil en la localidad de Maasran, al sur de la gobernación septentrional de Idlib.
De igual manera, se produjo una explosión en un almacén de armas abandonado por el ejército sirio en la provincia de Tartous. De acuerdo con fuentes locales, el estallido se produjo cuando beduinos en la zona intentaron robar algunas municiones y armas.
Los remanentes de la guerra como las municiones sin detonar y las minas colocadas en grandes áreas de Siria, plantean serias amenazas contra la vida, además de obstaculizar el regreso de personas desplazadas a sus hogares.
Como medida preventiva para preservar la vida de los civiles, la Defensa Civil Siria pidió a la población que no entre en localidades y tierras que anteriormente estaban dentro de las líneas de choque entre los bandos del conflicto, así como eviten entrar en casas destruidas o tomar caminos no utilizados, además de no acercarse a cuarteles militares, antiguos puestos de control y trincheras.
Desde el día 27 de noviembre hasta el 5 de enero en curso, 32 civiles murieron, entre ellos ocho niños y una mujer, mientras 48 civiles, entre ellos 19 niños, resultaron heridos, algunos de gravedad, como consecuencia de la explosión de remanentes de guerra en Siria.
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