A escala global, las peores manifestaciones tendieron a disminuir en tiempos recientes, pero persisten en los países de ingreso bajo, consideró la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en su informe “Perspectivas
Sociales y del Empleo en el Mundo. Tendencias 2025”.
Los 240 millones de asalariados en las condiciones más precarias equivalen al siete por ciento de la población ocupada en el mundo, aunque la informalidad continúa siendo elevada y de larga duración en muchas partes, reconoce el documento.
Más de la mitad de la población con empleo, ejemplificó la OIT, carece de adecuada cobertura de seguridad social, protección jurídica o medidas de salvaguarda en el lugar de trabajo.
A juicio del organismo de Naciones Unidas, la desigualdad ha ido en aumento; las reducciones de la pobreza laboral y de la informalidad, explicó, están concentradas actualmente en unos pocos Estados de Asia oriental y sudoriental y de América Latina.
Pese a los esfuerzos, diversos gobiernos enfrentaron “dificultades para proporcionar trabajo decente”, valoró la entidad, cuyo análisis corroboró, además, una tasa de desempleo internacional del cinco por ciento al cierre de 2024.
Los jóvenes, en particular, soportan tasas más elevadas, cercanas al 12,6 por ciento, “con pocos indicios de mejora”, precisó.
En opinión de la fuente, tras la vuelta a los niveles de miseria e informalidad laborales previos a la pandemia de la Covid-19, la recuperación del empleo perdió impulso para generar nuevos progresos y acercarse a los compromisos suscritos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La resiliencia de los mercados de trabajo, advirtió, está sometida “a fuertes presiones en un contexto de enorme incertidumbre económica y social, condicionado por fricciones geopolíticas, crecientes costos del cambio climático y riesgos de deuda soberana sin resolver”.
Además, los avances en la creación de trabajo decente han sido más lentos en los países de ingreso bajo, lo que agrava su vulnerabilidad.
El crecimiento del Producto Interno Bruto mundial fue 3,2 por ciento en 2024, por debajo del 3,3 y el 3,6 por ciento de 2023 y 2022, respectivamente.
Para 2025 está prevista una evolución similar, seguida de una paulatina desaceleración a medio plazo, juzgó la OIT.
Los perjuicios no solo recaen sobre los empleados con más bajas remuneraciones; en general, los salarios reales no han recobrado las pérdidas sufridas durante la Covid-19 y el posterior período inflacionario, refrenda la investigación.
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