Según los reportes, Yoon salió del Centro de Detención de Seúl, en Uiwang, al sur de esta capital, en un convoy escoltado por el Servicio de Seguridad Presidencial y entró en la Corte a través de un aparcamiento subterráneo, lejos de la vista del público.

Se trata del primer presidente surcoreano que asiste a su propio juicio político, ya que los entonces mandatarios Roh Moo-hyun y Park Geun-hye no estuvieron presentes en los suyos.

Yoon fue destituido por la Asamblea Nacional el pasado 14 de diciembre y sigue suspendido de sus funciones, mientras se lleva a cabo una investigación sobre los cargos de haber encabezado una insurrección y abusado de su poder, mediante su declaración de la ley marcial.

El Tribunal Constitucional tiene 180 días desde el día en que recibió el caso, el 14 de diciembre, para ratificar la destitución parlamentaria y despojarlo permanentemente de su cargo, o desestimarla y restituirlo en el puesto.

Si la destitución de Yoon es ratificada, el país deberá celebrar elecciones presidenciales anticipadas, en los 60 días posteriores.

Cientos de personas se congregaron fuera del tribunal para mostrar su apoyo al presidente, sosteniendo carteles que decían «destitución inválida».

La comparecencia de Yoon ante el tribunal es su primera aparición en público desde el día en que impuso la ley marcial.

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