De acuerdo con una nota publicada en el sitio digital de ese organismo internacional, un informe elaborado de conjunto por la FAO, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y el Ministerio de Agricultura libanés señala que 1,65 millones de personas en esa nación enfrentan niveles de crisis o emergencia de inseguridad alimentaria.
El análisis de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria en Fases (CIF) del Líbano, elaborado por las mencionadas instancias, muestra un agravamiento de su fase 3, frente a los 1,26 millones de personas reportadas en tal situación antes de la escalada.
Por otra parte, 201 mil personas se encuentran en situación de emergencia, en la fase 4 de la CIF, el doble que las registradas en la etapa previa al inicio de los ataques de Tel Aviv.
Matthew Hollingworth, representante del PMA en Beirut, declaró al darse a conocer este análisis, que “el empeoramiento de la seguridad alimentaria en el Líbano no es ninguna sorpresa” pues “sesenta y seis días de guerra, precedidos por meses de conflicto, destrozaron vidas y medios de subsistencia”.
Si bien algunas personas pueden regresar a sus hogares después del alto el fuego, otras se enfrentan a la dura realidad de no tener un lugar a donde regresar por lo que “en este momento crítico, nuestra misión es clara: apoyar al Gobierno y a la gente en la reconstrucción de sus vidas y sus sistemas alimentarios”, añadió Hollingworth.
Por su parte Verónica Quattrola, representante interina de la FAO para el Líbano, apuntó que “la escalada de hostilidades afectó gravemente los medios de vida de los agricultores, así como los activos y la infraestructura de la agricultura, lo que provocó una mayor inseguridad alimentaria y amenaza la sostenibilidad de las actividades agrícolas”.
Quattrola aseguró además que “la FAO se mantiene firme en su compromiso de ayudar a los agricultores a reanudar la producción y apoyar a las comunidades en la reconstrucción y la mejora de su resiliencia”.
En ese escenario, las poblaciones de refugiados en el Líbano corren especial riesgo, en particular unos 594 mil sirios y cerca de 89 mil palestinos, clasificados en crisis alimentaria, correspondiente a la fase 3 del CIF o superior, mientras alrededor de 970 mil libaneses se encuentran en el mismo grupo.
En este estudio, los expertos valoran que la inseguridad alimentaria en ese país árabe persistirá al menos durante los próximos tres meses, sin un retorno a corto plazo a las condiciones previas a la crisis, ante lo cual “los esfuerzos humanitarios continuos para apoyar la recuperación serán fundamentales”.
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