Mientras prevalece la incertidumbre entre mujeres y hombres dominicanos que llevan años radicados en esta isla del Caribe de 3,2 millones de habitantes, bajo el dominio colonial de la nación norteña, diversos sectores han levantado su voz contra lo que consideran una injusticia contra humildes trabajadores, que asumen las labores que no interesan a los puertorriqueños por sus bajos salarios.
Agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE, siglas en inglés) se movieron por el área de Barrio Obrero, en Santurce, y Buen Consejo, en Río Piedras, entre otros lugares en busca de dominicanos en situación irregular de migración, pero que llevan muchos años en Puerto Rico.
La incertidumbre también afecta a la población inmigrante de haitianos que, al igual que los dominicanos, se exponen a su deportación, en medio de la represión desatada por los decretos de Trump, que muchos comparan con el régimen nazi de Adolfo Hitler.
Este domingo fue la primera vez que este país ha sido sacudido por los operativos para hacer cumplir la nueva política migratoria del mandatario republicano, que a la vez se ejecuta en la nación norteña, donde la semana pasada fue arrestado un puertorriqueño, mayor retirado del ejército estadounidense ,en su trabajo en un condado de Nueva Jersey.
José Rodríguez, presidente del Comité Dominicano de Derechos Humanos, sostuvo que el proceder de los agentes federales ha sembrado el pánico en San Juan y otros municipios de Puerto Rico, provocando que los inmigrantes en situación irregular no se presenten a sus trabajos.
“Hay un pánico colectivo, por lo que la gente no quiere ir a trabajar, no quieren ir a la construcción, no quieren ir a cuidar ancianos, no quieren limpiar casas”, dijo Rodríguez, quien estableció que el 52 por ciento de ese sector son mujeres.
El activista social denunció la complicidad, sin dar nombres, de funcionarios de Puerto Rico y de República Dominicana, aunque el alcalde de San Juan, Miguel Romero Lugo, rechazó la batida federal contra los extranjeros en situación irregular.
Rodríguez instó a la gobernadora Jenniffer González, seguidora de Trump, a “dar el frente a la comunidad dominicana, que muchos votaron por ella”, en lugar de estar impulsando la colocación de una estatua del mandatario en el Paseo de los Presidentes, en el ala sur del Capitolio en el sector de Puerta de Tierra, en San Juan.
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