El organismo comicial, cuya reunión se retransmitió por Internet, reafirmó que Lukashenko obtuvo el 86,82 por ciento de los votos. Mientras el segundo puesto en la carrera presidencial lo ocupó el primer secretario del Comité Central del Partido Comunista, Serguéi Syrankov, con 3,21 por ciento del sufragio.
El tercer puesto lo ocupa el líder del Partido Liberal Democrático, Oleg Gaidukévich, con 2,02 puntos porcentuales; el cuarto la empresaria independiente Anna Kanopátskaya (1,86 por ciento) y en el quinto lugar se posicionó el jefe del Partido Republicano del Trabajo y la Justicia, Aleksánder Jizhniak (1,74 por ciento).
El 3,60 por ciento de los votantes se pronunció en contra de todos los candidatos. En total, participaron en el proceso el 85,69 por ciento de unos 6,9 millones de votantes con derecho al sufragio.
«No hubo quejas de ciudadanos u observadores sobre violaciones de los requisitos de la ley electoral durante el proceso de votación o el recuento de votos, que pudieran afectar a los resultados de las elecciones», declaró en la sesión el presidente de la CEC, Ígor Karpenko.
Lukashenko señaló en su discurso electoral que, en el contexto de los desafíos modernos, todos los esfuerzos deben dirigirse a mantener el país a salvo y garantizar su seguridad, lo que requiere un Estado y un Gobierno sólidos.
Destacó que Belarús «no amenaza a nadie ni va a atacar a nadie, tiene una política militar defensiva, pero en caso de agresión e invasión debe estar preparada para defenderse».
Ante esta realidad, el mandatario belaruso afirmó la necesidad de seguir construyendo unas Fuerzas Armadas modernas, desarrollar su propia producción de armamento avanzado, y cooperar con Rusia dentro de los tratados internacionales firmados para asegurar unas garantías de seguridad fiables.
El jefe de Estado habló de la intención de proseguir el curso de profundización de la asociación estratégica con Rusia y China en política exterior, así como de centrarse en restablecer el diálogo con Occidente y normalizar las relaciones con los países vecinos.
Belarús planea explorar nuevos mercados, ampliando activamente su presencia en Asia, África y América Latina, así como abrir nuevas oportunidades como miembro de los BRICS y la Organización de Cooperación de Shanghái, sentenció Lukashenko.
Para el líder belaruso, es preciso que el país construya un sistema socioeconómico sostenible y eficaz, donde se necesitan nuevas tecnologías, una producción competitiva y la erradicación definitiva de la corrupción.
En opinión del dignatario, la sociedad belarusa debe estar unida, al tiempo que es necesario tender puentes para el entendimiento mutuo con quienes no hablan el mismo idioma.
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