Como ya casi se hace habitual, decenas de manifestantes realizaron un plantón frente a la Biblioteca Nacional (Binaes), la Catedral Metropolitana y en el entorno de la plaza Gerardo Barrios, contra los planes gubernamentales de reactivar la extracción minera.
Un comunicado del Frente Estudiantil Universitario y el Bloque de Rebeldía y Resistencia Popular (BRRP) denunció que el gobierno busca revertir las conquistas populares para abrir paso a las corporaciones extractivitas.
El Salvador es un país altamente vulnerable en el tema ambiental, con una crisis hídrica profunda, y la minería solo acelerará el colapso ecológico y social, algo contrario a lo que pregonan los defensores. “No es desarrollo, es destrucción”, subrayó el documento.
“El Estado es responsable del ecocidio en marca y del despojo de los territorios en las comunidades.
No nos tragamos sus mentiras. No nos intimidan con su represión”, indicó el texto que recoge el sentir de cientos de jóvenes, ambientalistas y grupos sociales que participan en las protestas.
El agua y la vida se defienden con lucha y organización, subrayó el mensaje.
El plantón convocado por jóvenes universitarios reitera esta lucha contra la minería, sabiendo que es una situación lamentable para todos los salvadoreños», dijo Andrea Hernández de la Fuerza Estudiantil Salvadoreña, de la Universidad de El Salvador.
Entre los participantes estaba Ricardo Navarro, presidente del Centro Salvadoreño de Tecnología Aplicada, quien piensa que la minería metálica en El Salvador no es viable y que es mentira la afirmación del gobierno de que el país cuenta con el 65 por ciento del oro del mundo. Eso, dijo, es pura ficción.
Mientras representantes del BRRP indicaron que se manifiestan contra el «desmontaje estratégico del sistema político y el deterioro social».
La primera convocatoria pacífica promovida en redes sociales por grupos juveniles organizados se realizó el 19 de enero pasado.
En días recientes al unísono los templos católicos de todo el país sonaron sus campanas al mediodía en el marco de una jornada de ayuno y oración convocada en contra de la minería.
Los obispos llamaron a la iglesia salvadoreña y al pueblo en general a impulsar el rechazo a la ley minera aprobada por el congreso el pasado 23 de diciembre.
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