La propuesta, dada a conocer la víspera, contempla la reanudación de un proceso político inclusivo, para posteriormente realizar elecciones generales.
Para avanzar en este objetivo, el Ministerio de Exteriores sudanés exhortó a la comunidad internacional, a apoyar esta hoja de ruta, ya que -según destaca- representa un consenso nacional para restablecer la paz y la estabilidad en el país, y facilitar una transición democrática.
Sin embargo, el diálogo con los paramilitares para un alto el fuego está condicionado al levantamiento del asedio a El Fasher, capital de Darfur Norte, y a la retirada de los efectivos de las denominadas Fuerzas de Apoyo Rápido, (RSF, siglas en inglés) de Jartum, Kordofán Occidental y el resto del territorio de los estados de Darfur.
La propuesta contempla también un diálogo nacional y la formación de un gabinete de funcionarios independientes, para reanudar las tareas del periodo de transición y ayudar al Estado a superar las repercusiones de la guerra.
Asimismo, plantea reformas constitucionales, que serán sometidas a la aprobación de las fuerzas nacionales y sociales.
Desde mediados de abril de 2023, esta nación africana se encuentra sumida en una guerra interna, tras avivarse las contradicciones por cuestiones de poder entre el jefe del Ejército Abdel Fatah al-Burhan y el líder de las Fuerzas paramilitares de Apoyo Rápido, Mohamed Hamdan Daglo.
El conflicto mantiene a más de 11 millones de sudaneses fuera de sus hogares, en lo que los expertos consideran la principal crisis de desplazamiento del planeta.
Los combates, además, destruyeron innumerables medios de subsistencia, para sumir al país en una compleja espiral de hambre y muertes.
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