La nave fue construida recientemente en el puerto de Shanghai Changxing, operado por Shanghai COSCO Shipping Heavy Industry, y será entregada a fnales de este mes.
El buque tiene una longitud de 333 metros y una anchura de 60 metros, con una capacidad de producción diaria de 120 mil barriles de crudo.
Su característica distintiva es la capacidad de capturar dióxido de carbono generado durante la navegación y las operaciones de producción, además de utilizar el calor residual para generar electricidad, con lo cual lograría un doble objetivo de protección ambiental y ahorro energético.
La embarcación está equipada con una torre de lavado diseñada para capturar carbono. Los gases de escape son conducidos por ventiladores hacia la torre, donde un adsorbente específico atrapa los compuestos de carbono presentes en los gases.
Este proceso reduce significativamente las emisiones de dióxido de carbono antes de que los gases sean liberados al ambiente.
Según datos recientes, las operaciones de producción y procesamiento de petróleo y gas en alta mar generaron aproximadamente 38 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2023 a nivel mundial.
La incorporación de sistemas de captura y almacenamiento de carbono en estas actividades ofrece nuevas posibilidades para reducir las emisiones y contribuye a los objetivos globales de neutralidad de carbono.
Este desarrollo marca un paso importante para China en el campo de la captura de carbono en entornos marítimos.
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