A través de una declaración, el movimiento político y militar también reclamó al gabinete libanés revertir su decisión de prohibir que los aviones iraníes aterricen en el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri de la capital.
Hizbulah solicitó al gobierno asumir plenamente sus responsabilidades en la protección de los manifestantes pacíficos y el derecho a expresar sus posiciones y demandas.
En el comunicado, reiteró que la sentada popular organizada ayer por Hizbulah fue un movimiento pacífico y una expresión civilizada de oposición pública a la sumisión injusta a los dictados extranjeros.
A propósito, pidió al mando del ejército abrir una investigación urgente sobre el ataque a los manifestantes y tomar medidas adecuadas para preservar el papel de la institución militar en la salvaguardia de la estabilidad y la paz civil.
La Resistencia detalló que los libaneses se sorprendieron cuando algunos miembros del ejército lanzaron gases lacrimógenos contra ellos en un ataque no provocado contra ciudadanos pacíficos, lo que pareció ser un intento sospechoso de arrastrar a la Fuerza Armada a una confrontación con su propio pueblo.
En esta misma línea de mensaje, Hizbulah condenó el incidente ocurrido el viernes cerca del aeropuerto de Beirut contra la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas (Unifil) y reafirmó el rechazo a cualquier ataque contra ellas, así como daños a la propiedad pública y privada. Al respecto, el responsable de la Unidad de Coordinación y Enlace de Hizbulah, Wafiq Safa, negó cualquier conexión del movimiento con el ataque a la Unifil.
En declaraciones a la multiplataforma panárabe Al Mayadeen, el dirigente calificó de inaceptable lo que ocurrió con las tropas de la ONU en la carretera del aeropuerto de Beirut.
Por su parte, el jefe adjunto del Consejo Político de la Resistencia, Mahmoud Qamati, enfatizó que el Estado sufre bajo las presiones de Washington y «no aceptamos que este país esté en manos estadounidenses e israelíes”.
La convocatoria de la Resistencia ocurrió después de las protestas populares y el bloqueo de carreteras de los últimos días en repudio a la decisión del gobierno libanés de prohibir la llegada de un avión iraní al Rafic Hariri, que dejó a peregrinos nacionales varados en Teherán.
En comentarios en redes sociales, diputados, políticos y analistas cuestionaron la medida de las autoridades libanesas y denunciaron la injerencia estadounidense al servicio israelí.
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