En una reunión celebrada esta tarde, el presidente de la República, Josep Aoun y el primer ministro, Nawaf Salam, elogiaron la labor de las fuerzas de seguridad para preservar el orden alrededor del Aeropuerto Internacional de Beirut y mantener abiertas las carreteras de acceso, a la luz de las protestas de los últimos días.
Aoun encargó al ministro de Asuntos Exteriores, Youssef Raji, gestionar los esfuerzos diplomáticos relacionados con las operaciones de vuelo y garantizar el regreso de los libaneses varados en Irán.
El jefe de Estado instruyó al titular de Obras Públicas, Fayez Rasamni, prolongar la suspensión de vuelos hacia y desde la República Islámica.
Un comunicado emitido indicó que las agencias militares y de seguridad recibieron instrucciones estrictas para evitar cualquier cierre de las carreteras del aeropuerto y proteger la propiedad pública.
También se confirmó la realización de inspecciones exhaustivas de todos los vuelos entrantes, y la asignación de personal de seguridad aeroportuaria para garantizar el cumplimiento de las normas.
El jueves pasado, ciudadanos protestaron en Líbano ante la negativa de las autoridades locales de recibir a aviones iraníes en el Aeropuerto Internacional Rafic Hariri, de esta capital.
La medida sucedió horas después de que el portavoz militar israelí Avichay Adraee publicara afirmaciones sobre que Irán usa el aeropuerto de Beirut para transferir fondos al movimiento político y militar Hizbulah.
En este contexto, diputados, dirigentes, políticos y analistas cuestionaron la decisión y reclamaron al gobierno de Líbano resistir las amenazas israelíes y estadounidenses, para salvaguardar la soberanía nacional.
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