El presupuesto de 50 mil millones de coronas (alrededor de seis mil 990 millones de dólares) servirá para hacer frente a las carencias actuales, sobre todo en sistemas de defensa antimisiles tierra-aire, informó la mandataria.
“¿El mundo parece inquieto? Sí. ¿Hay motivos para creer que acabará pronto? No”, dijo Frederiksen a la prensa, al confirmar la orden del Ejecutivo nacional de apresurar las adquisiciones bélicas.
“Comprar, comprar y comprar. Sólo hay una cosa que importa ahora y es la rapidez”, aseguró la gobernante, quien atribuyó la decisión a posibles amenazas rusas y a los criterios comunes de los Estados miembros de la OTAN.
Con esta partida de urgencia, Dinamarca pasará a destinar el 3,2 por ciento de su producto interno bruto (PIB) a la defensa, reveló el ministro del sector, Troels Lund Poulsen.
Dicho porcentaje está en correspondencia con el compromiso contraído por los países integrantes de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En días recientes el secretario del bloque armamentista, Mark Rutte, instó nuevamente a todos los aliados a llegar al objetivo mínimo del dos por ciento de su PIB en defensa “antes del verano” próximo.
Según Poulsen, la inversión total de Dinamarca, incluida la cifra anunciada hoy, ascenderá a unos 120 mil millones de coronas (más de 16 mil millones de dólares) hasta 2033.
El país tendrá en los próximos años el mayor presupuesto de defensa de su historia y eso significará que serán necesarios “sacrificios”, adelantó la primera ministra, lo cual hace pensar en probables recortes de inversiones sociales y otros emprendimientos civiles.
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