Fue difícil, especialmente en los primeros días después del comienzo de la guerra, cuando exigieron que nos uniéramos a las sanciones contra Rusia, lo que habría conducido directamente a una escalada y a un colapso de la economía, dijo el primer ministro a los periodistas.

Asimismo, precisó que a Georgia se le pidió que enviara voluntarios para participar en los combates, «lo que habría significado la participación directa del país en la guerra».

El primer ministro expresó su confianza en que «la única razón por la que a Georgia no se le concedió el estatus de candidato de la Unión Europea (UE) en junio de 2022 fue su negativa a unirse a la guerra».

Si no fuera por el apoyo de la sociedad, por supuesto, ningún cálculo ni medida estratégica nos hubiera permitido salvar el país. El pueblo y el gobierno estaban unidos y eso fue lo que nos permitió mantener la paz, concluyó Kobajidze.

En febrero de 2022, el entonces primer ministro Irakli Garibashvili (2021-2024) declaró que su país no se uniría a las sanciones antirrusas impuestas por Occidente en respuesta a la operación militar rusa en Ucrania.

Desde el inicio de la operación militar especial de Rusia en Ucrania el 24 de febrero de 2022, la UE aprobó numerosas medidas restrictivas en relación con Moscú.

Según la base de datos Castellum.AI, se activaron unas 21 mil 700 sanciones individuales y sectoriales contra Moscú desde el inicio de la operación militar.

El presidente ruso, Vladimir Putin, sostiene que la política de contención frente a Rusia forma parte de la estrategia a largo plazo de Occidente, cuyas sanciones asestan un duro golpe a la economía mundial.

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