El sábado hizo exactamente la centena de jornadas desde que Kóniujov comenzó a realizar una travesía única en solitario por el océano Antártico, desde Sudamérica hasta Australia, en su bote de remos Akros, señala la publicación.
Para llegar a las costas de Australia Occidental, Kóniujov tendrá que cruzar el Atlántico Sur y el océano Índico Meridional. Sin escalas y sin escolta, se espera que el viajero pase 200 días de travesía.
Al embarcar el 5 de diciembre desde el pasaje de Drake, Kóniujov alcanzó la longitud del cabo de la Aguja y cruzó así por primera vez el Atlántico Sur, estableciendo un récord mundial: la primera vez que se recorría esta ruta en una embarcación de remos.
El Atlántico Sur resultó más hospitalario que el océano Índico. Si comparamos la velocidad de avance del bote Akros a lo largo del recorrido, es casi el doble en el Atlántico que en el Índico, indicó la sede.
Lo anterior se debe a varios factores. Desde el arranque en el Atlántico, un mes y medio pasó sin tormentas destructivas.
Además, el barco estaba recién pintado, pero ahora, acorde a los informes del viajero, hay muchos microorganismos, plantas y algas adosados al casco de la embarcación, especialmente en la parte de popa, por lo que es imposible alcanzarla con brochas, lo que ralentiza el movimiento.
En febrero, en el océano Índico hubo dos tormentas de más de 10 puntos, lo que causó numerosos vuelcos del barco, daños en los sistemas de comunicación y navegación.
Además, el viento en contra en el océano Índico impidió por más de una semana el avance de Kóniujov hacia el este.
Mientras que en el Atlántico Sur las travesías diarias eran sistemáticamente superiores a un grado, en el océano Índico Sur eran sistemáticamente inferiores a un grado.
A Kóniujov le quedan tres mil 270 millas, o sea, seis mil 100 kilómetros hasta el punto de llegada previsto en Australia Occidental.
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