Medios locales indicaron que el primer punto de control fue establecido por los militares de Tel Aviv en la carretera entre las localidades de Hadar y Taranja, lo que impidió el traslado de los pobladores en esta zona.
Otro puesto de control militar cortó la comunicación entre Hadar y la localidad de Harfa, al mismo tiempo en que aviones de reconocimiento sobrevolaban intensamente la zona.
Tras el derrocamiento del gobierno de Bashar Al-Assad a principios de diciembre pasado, las fuerzas de ocupación israelíes ocuparon la zona de amortiguación en Quneitra, completaron su control de la cima del Monte Hermón, ampliaron su incursión en la provincia y bombardearon cientos de instalaciones militares con el objetivo de destruir la infraestructura del antiguo ejército sirio.
A principios de este mes de abril, el oeste de la provincia sureña de Deraa fue testigo de una escalada militar por parte del ejército sionista, que desplegó decenas de vehículos militares, y mató a nueve personas mientras intentaban enfrentarse a las fuerzas invasoras.
El 25 de marzo pasado, un bombardeo de un tanque israelí contra la ciudad de Koya, en la zona rural de Deraa, mató a seis civiles.
Actualmente, las fuerzas de ocupación israelíes están construyendo nuevas bases militares que se extienden desde el monte Hermón hasta la cuenca de Yarmouk. Estos sitios están siendo equipados con infraestructura, incluyendo electricidad y viviendas para su personal, además de pavimentar carreteras que conducen a la frontera con Siria.
mem/fm