Fuentes oficiales confirmaron que la primera dama Rosângela Lula da Silva, conocida popularmente como Janja, acompaña al líder progresista.
También figuran en la delegación representantes de los Tres Poderes: los timoneles del Supremo Tribunal Federal, Luís Roberto Barroso, y de la Cámara de Diputados y del Senado, Hugo Motta y Davi Alcolumbre, respectivamente.
La expectativa es que la comitiva regrese a Brasilia este sábado, después de la misa.
Según la estación televisiva CNN Brasil, ésta será la segunda presencia de Lula en el funeral de un Sumo Pontífice.
Estuvo en la despedida de Juan Pablo II en 2005. El próximo Papa será el cuarto visto por el fundador del Partido de los Trabajadores mientras ejerza el cargo de presidente del país.
Francisco murió después de sufrir un derrame cerebral seguido de una insuficiencia cardíaca.
CNN asegura que resulta poco probable que el cónclave para elegir un nuevo Santo Padre comience antes del 6 de mayo.
Los cardenales presentes en Roma se reúnen casi a diario, principalmente para tratar cuestiones logísticas.
El ataúd de Francisco fue sellado en una ceremonia privada el viernes, encabezada por ocho cardenales católicos, incluido un prelado estadounidense que enfrentó críticas por su manejo de casos de abuso sexual.
Por el fallecimiento del papa, Lula decretó el lunes siete días de luto oficial en Brasil.
En un comunicado oficial, destacó el compromiso de Francisco con la justicia social, la paz y la atención a los más vulnerables.
«Hoy en día, la humanidad pierde la voz del respeto y la aceptación del prójimo. El papa Francisco vivió y propagó en su vida diaria el amor, la tolerancia y la solidaridad que fundamentan las enseñanzas cristianas», señaló en la ocasión.
Recordó los encuentros que mantuvo con él, en los que compartieron ideales de paz, igualdad y justicia.
«Cuando Janja y yo tuvimos la suerte de conocer al papa Francisco y recibir su cálida bienvenida, pudimos compartir nuestros ideales de paz, igualdad y justicia. Ideales que el mundo siempre ha necesitado. Y siempre necesitará», refirió el gobernante.
Destacó la labor del Padre Santo en temas como el cambio climático y la desigualdad social.
La decisión de declarar luto oficial durante siete días refleja la importancia del papa Francisco para Brasil, el país con la mayor población católica del mundo.
Durante el período de duelo, la bandera nacional ondeará a media asta en todas las instituciones públicas, en señal de respeto y homenaje al líder religioso, el primer papa latinoamericano de la historia.
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