El caso de Kilmar Abrego García, deportado de Estados Unidos a El Salvador, se convirtió en un asunto espinoso para las autoridades de ambos países, algo marcado en la semana por visitas de legisladores estadounidenses que demandaron su devolución a territorio estadounidense.
Por otra parte, los salvadoreños manifestaron su pesar por el fallecimiento del papa Francisco con un legado para este país de un Santo, monseñor Romero, un cardenal y cuatro beatos.
En ese ambiente de pesar y con jornadas de mucho calor con temperaturas que en algunos lugares superaron los 42 grados centígrado, la situación económica, el impacto de los aranceles y previsiones de multilaterales sobre bajas en el crecimiento económico del país inferior a tres por ciento transcurrieron los días.
Un escenario económico tenso presentaron informes de multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El Banco Mundial proyectó un 2.2 por ciento en 2025, con lo cual el país se ubicará en la cola de la región, mientras el Fondo Monetario Internacional lo fijó de un tres a un 2.4, pero, contrario a ello, el presidente Nayib Bukele, declaró que El Salvador crecerá un cinco por ciento y duplicará lo logrado en 2024.
El 23 de abril pasado, el FMI redujo la proyección de crecimiento de la economía salvadoreña para el año 2025 de un tres por ciento previsto en octubre de 2024 a un 2.47 .
Bukele respondió en X a un ranking de proyecciones de crecimiento económico para diferentes países de América, que colocó a Argentina a la cabeza con un 5.5 por ciento, seguido por Costa Rica, con un 3.4, El Salvador con un 2.5 , Colombia con un 2.4 , Brasil y Chile, con un dos y México, con un -0.3 por ciento.
«Duplicaremos este pronóstico. Miren», respondió Bukele, desde X.
A esas proyecciones económicas se sumó una propuesta del presidente para incrementar el salario mínimo en un 12 por ciento, con un año de atraso y que según críticos debió ser de al menos de un 25 por ciento.
Según el Centro para la Defensoría del Consumidor (DCD) el costo de la vida para una familia salvadoreña pasó de 706 dólares en 2019 a 920 en 2023, lo que indica que Bukele no cumplió con las expectativas.
Mientras, aumentan las convocatorias de organizaciones sociales y políticas para una gran marcha el 1 de mayo para exigir mejoras económicas y el respeto a los derechos de los trabajadores.
arc/lb