Por Fausto Triana
Todavía sin que se conozcan las causas de este hecho inédito, la confusión e incertidumbre se acentuó con noticias obtenidas desde países cercanos o de la propia radio española, que señalaron la conexión de los vecinos ibéricos (Portugal y España) al resto de la Unión Europea (UE) a través de Francia.
El territorio español, a priori, resulta el más afectado y se va recuperando de forma gradual, aunque también sufrieron cortes eléctricos zonas de Portugal y una parte del País Vasco francés, según pudo conocer Prensa Latina.
La red energética de España informó preliminarmente un impacto excepcional y mayúsculo sin precedentes, mientras su similar de Portugal informó haber detectado un extraño fenómeno atmosférico en suelo del vecino territorio.
Alrededor de 30 trenes quedaron varados en las vías y los servicios de cercanía quedaron suspendidos hasta nuevo aviso. Si bien la electricidad está volviendo de manera paulatina, es difícil vaticinar cuándo se regresará a normalizar.
En declaraciones a la radio local, Teresa Ribera, vicepresidenta primera de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, subrayó que de momento no hay ninguna confirmación de que lo ocurrido en España y Portugal sea producto de un ciberataque.
El apagón sucedió a las 12:32, hora local. En ese mismo momento, Nuria Vilanova, presidenta de la Confederación Empresarial Iberoamericana, ofrecía una presentación del Congreso de la entidad que se desarrollará en Sevilla en junio próximo.
Vilanova detallaba a Prensa Latina la trascendencia del evento y aplaudía, por ejemplo, la gestión de México y en especial de su presidenta Claudia Sheimbaun en las negociaciones con Estados Unidos a raíz de la subida de aranceles anunciadas por Donald Trump.
Asimismo, valoró la enorme oportunidad que tiene ahora España de consolidarse como puente entre América Latina y la Unión Europea, aprovechando la perspectiva que se abre con el acuerdo del bloque comunitario con Mercosur.
El encuentro terminó con un extraño sabor y en el exterior del edificio de la Secretaría General Iberoamericana, muy cerca de la Fuente de Cibeles, el caos del transporte y el enjambre de gente matizaban a una ciudad de Madrid en estado de shock, pero sin aparente estrés.
Cerradas las estaciones del Metro, en funcionamiento los autobuses y algunos taxis reclamando a los viajeros el pago en efectivo, acompañaban el paso de las horas sin que se vislumbrara una solución a corto plazo del problema. También colapsaron las conexiones de internet, intermitentes en el mejor de los casos
Entre los múltiples capítulos de curiosidades, estudiantes sentados alrededor de supermercados, consumiendo comidas frías y bebidas refrescantes, conversando directamente sin intermediar los teléfonos celulares, y custodios de seguridad en las entradas de las estaciones de Metro como orientadores de alternativas de transportes para el traslado de las personas.
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