Los ahora imputados forman parte del llamado cuarto núcleo del complot golpista, que difundió desinformación estratégicamente.
Tales operaciones habrían respondido a demandas del núcleo político de la organización, con el objetivo de promover la inestabilidad social y crear un escenario para una ruptura institucional.
El grupo incluye personal del Ejército, oficiales de la Policía Federal e ingenieros.
Los cinco ministros de la primera sala votaron a favor de la apertura de un proceso penal: Alexandre de Moraes (relator), Flávio Dino, Luiz Fux, Cármen Lúcia Atunes y Cristiano Zanin.
Según la denuncia de la Fiscalía General, este núcleo difundió noticias falsas sobre el proceso electoral y realizó ataques virtuales a instituciones y autoridades que atentaron contra los intereses de la organización golpista.
El Ministerio Público Federal señala que todos eran «conscientes del plan mayor de la organización y de la eficacia de sus acciones para promover la inestabilidad social y consumar la ruptura institucional».
De Moraes destacó que la querella de la Fiscalía General contiene pruebas que pesan contra cada uno de los ahora acusados, lo cual justifica la apertura de un proceso penal.
Afirmó que las acciones del núcleo de desinformación están conectadas con el político, integrado por el exmandatario Jair Bolsonaro, con la finalidad de atacar la credibilidad de la Justicia y de las elecciones.
«Las acciones cobran aún más relevancia cuando observamos la consonancia entre los discursos públicos de Jair Messias Bolsonaro y los objetivos elegidos por la célula infiltrada en la agencia de inteligencia brasileña», apuntó.
También el ponente aseguró que «toda la estructura del núcleo político, cuya denuncia ya fue recibida, instrumentando sus órdenes a través del núcleo de desinformación, como se narra en la denuncia».
Para la Policía Federal, este cuarto grupo sería responsable de «acciones tácticas y coercitivas” y estaría formado por agentes que se alinearían a la presunta trama golpista, que implicaría seguimiento, secuestro e incluso asesinatos del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, el vice Geraldo Alckmin y De Moraes.
mem/ocs