En un mensaje divulgado en su cuenta de la red social X, el mandatario comentó que conversó con el registrador, Hernán Penagos, sobre las fuentes de financiación de las elecciones que comienzan a finales de este año, las del año entrante, y sobre el ejercicio de participación ciudadana que promueve, en caso de que la apruebe el Senado.
Argumentó que el proceso se costearía con el desplazamiento de partidas ya aprobadas en el presupuesto actual y vigencias futuras, que son autorizaciones que permiten a las entidades públicas asumir compromisos contra el diseño presupuestal de años fiscales posteriores.
“Hay quienes con una pobreza mental enorme dicen que el gasto de la consulta no se debe hacer, y, por tanto, no se debe efectuar la consulta, porque no estamos bien fiscalmente”, lamentó.
Consideró entonces que los beneficios que traería el ejercicio con incuantificables y superiores.
“Las ganancias sociales en términos de tiempo libre familiar, que disminuye de facto la inseguridad ciudadana, el crecimiento del amor y la felicidad, el menor stress, el crecimiento sustancial en productividad, el crecimiento del mercado interno (…) representa una cifra, en el tiempo, un millón de veces superior, al costo presupuestal de la consulta”, estimó.
Según calculó previamente Penagos, de aprobarse, el ejercicio participativo podría costar entre 700 y 750 mil millones de pesos, o sea entre 160 y 175 millones de dólares al cambio actual.
Para que la propuesta sea aprobada por la Plenaria del Senado, donde fue radicada por el mandatario el pasado 1 de mayo, deberá alcanzar en ese ente legislativo 53 votos a favor.
El cuestionario diseñado para la consulta contiene una docena de preguntas sobre el ámbito laboral.
La primera de ellas inquiere acerca de si está de acuerdo con que el trabajo de día dure máximo ocho horas y no se extienda más allá de las 18 horas, en tanto la segunda cuestiona sobre la pertinencia de pagar un recargo del 100 por ciento por la labor desempeñada en una jornada de descanso, dominical o festiva.
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