En la oriental ciudad francesa, los mandatarios acordaron estrechar los vínculos bilaterales, con énfasis en los temas de seguridad y defensa.
La iniciativa también contiene el trabajo conjunto para enfrentar ciberataques e injerencia extranjera.
Francia y Polonia acusan a Rusia de representar una amenaza para el continente y apoyan a Ucrania en la guerra que cumplió en febrero tres años.
Antes de la llegada de Tusk a Nancy, el Elíseo consideró una “anomalía” que París potenciara sus relaciones con Alemania, Italia y España, a través de tratado suscritos aquí en 1963, en Quirinal (2021) y en Barcelona (2023), respectivamente, y no lo hiciera con Polonia, a la que resaltó como una gran socia europea.
Por su parte, Tusk adelantó que el acuerdo con Francia “cambiará muchas cosas”, sobre todo en los sectores de la seguridad y la defensa.
Los mandatarios se encontraron en Nancy en la emblemática Plaza Stanislas, declarada en 1983 por la Unesco Patrimonio de la Humanidad.
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