El magistrado Richard Concepción Carhauncho argumentó para desestimar la solicitud el riesgo de que Toledo se fugue, por el antecedente de que, cuando estaba procesado, viajó a Estados Unidos con la promesa de volver y fue necesario extraditarlo desde ese país en un proceso de varios años.
También explicó que la reciente norma dispone que el aspirante a acogerse a la prisión domiciliaria debe además tener una sentencia firme y la del exgobernante está pendiente de una apelación.
Toledo, quien gobernó entre 2001 y 2006 fue condenado a 30 años y 6 meses de prisión por los delitos de colusión y lavado de activos, por favorecer a un consorcio encabezado por la empresa brasileña Odebrechet con contratos de obras viales.
A cambio, según la sentencia, recibió un soborno de más de 30 millones de dólares, parte del cual intentó legitimar como inversiones de empresas fantasmas para comprar una lujosa resdencia y una también suntuosa oficina, entre otros fines.
Durante la audiencia, en la que el preso participó por teleconferencia, desde la cárcel para de altos funcionarios y argumentó que padece de cáncer y otros males, lo que el juez Carhuancho, conocido por su drasticidad, no tomó en cuenta.
En la misma cárcel permanecen también los exmandatarios Ollanta Humala, quien gobernó entre 2011 y 2016, y Pedro Castillo, quien ejerció la Presidencia entre 2021 y 2022 y no hay contacto entre los tres internos.
oda/mrs