Una nota publicada en el sitio digital de ese cuerpo nacional de gendarmería, señala que la investigación se inició a raíz de hechos ocurridos el pasado mes de septiembre en la localidad de Domodossola, en la provincia de Verbano, y se lograron reconstruir 23 casos de fraude agravado.
Los estafadores se hacían pasar por policías o abogados, y se aprovechaban del miedo y la fragilidad de las víctimas para sustraerles dinero y objetos de valor, un modus operandi que se extendió en los últimos años.
Los episodios controvertidos ocurrieron entre septiembre y noviembre, distribuidos en varias regiones italianas: siete en Piamonte, cuatro en Lombardía, tres en Véneto, dos en Liguria, Lacio y Apulia y finalmente uno en Valle de Aosta, Emilia Romaña y Calabria, respectivamente.
Las operaciones para capturar a los miembros del grupo tuvieron lugar en la sureña región de Campania, donde los carabineros identificaron a los principales autores.
En Nápoles fueron arrestadas dos personas, identificadas como los telefonistas, quienes contactaban a las víctimas, mientras otros cuatro sospechosos, detenidos en Caivano, Aversa y Grumo Nevano, se desempeñaban como operativos, quienes se desplazaban cada día a los hogares para consumar las estafas.
El pasado 9 de abril la Policía del Estado desarticuló otra red que se dedicaba a esta actividad delictiva, con la captura de 22 delincuentes y la aplicación de medidas cautelares a otras 55 personas, a la vez que se recuperaron bienes por valor de más de un millón 700 mil euros.
Esas investigaciones se iniciaron en junio de 2023 tras un fraude cometido en Génova, capital de la norteña región de Liguria, y corrieron a cargo de la Brigada Móvil policial de esa urbe, la cual logró documentar 103 hechos delictivos de ese tipo.
mem/ort