El proyecto representa una nueva forma de ingeniería de ocupación, de asedio, hambre y subyugación contra los palestinos, como parte del genocidio en curso para destruir Gaza y desplazar a su población, estimó el grupo en un comunicado.

Aunque la iniciativa aún no fue presentada, medios de prensa regionales señalan que será implementado por compañías privadas estadounidenses en áreas bajo control militar israelí, una idea criticada por ONU y las ONG que trabajan allí.

Al respecto, el Centro consideró que el nuevo mecanismo de distribución de ayuda viola completamente las normas humanitarias y de socorro, estipuladas en el derecho internacional.

Además, agregó, constituye una medida deliberada para excluir a las organizaciones internacionales y organismos humanitarios neutrales, principalmente de Naciones Unidas y sus agencias.

El mecanismo, según el comunicado, no ofrece una solución eficaz a la hambruna que afecta a la población del enclave.

Más bien, indicó, otorga a Israel una falsa legitimidad para afianzar su política criminal de hambre como arma contra los palestinos y para chantajear a la población y controlar sus vidas.

El plan estadounidense-israelí viola los principios básicos de la acción humanitaria, tal como se definen en las cuatro Convenciones de Ginebra y sus protocolos, recalcó.

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