En conferencia de prensa desde el Palacio Nacional de la Cultura (sede del Gobierno), el mandatario subrayó que nunca un acuerdo político, social e institucional duró tanto tiempo en el país, con plena legitimidad pública.
Detalló que la constitución del 1944, que era otro gran acuerdo, tuvo una permanencia de 10 años y la actual tiene cuatro décadas con la capacidad de encaminar el proceso de democratización y de servir de marco para el proceso que termina con la firma de los acuerdos de paz.
Expresó que 12 presidentes constitucionales recorrieron ya su camino bajo la vigencia de esta Carta Magna, dentro de los cuales se incluyó, mientras señaló que desafortunadamente esta celebración se hace aún en el contexto de retos importantes.
Vivimos en tiempos de crisis institucional, especialmente del sistema judicial, del régimen electoral y de partidos políticos, remarcó el jefe de Estado en el espacio llamado La Ronda.
El pueblo de Guatemala es testigo de cómo un pequeño grupo de corruptos ha intentado cortar las entidades de justicia, utilizarlas a su servicio y criminalizar a toda persona que se opone a estos designios, amplió el político de 67 años.
De esto hemos hablado mucho a lo largo de los meses y no cabe duda que tales personajes, en sus hechos, en sus acciones, le faltan al sentido y no honran, sino agreden, el valioso texto que es nuestra constitución, aseveró Arévalo.
Ejemplificó con el juez Fredy Orellana, quien con sus decisiones traiciona su deber de justicia y en recientes días tomó algunas que tienen un solo nombre, actos de tortura, enfatizó el abanderado del partido Movimiento Semilla.
El sistema penitenciario está tomando cartas en el asunto y no permitirá que los derechos de nadie sean violados, añadió el presidente en sus palabras ante los medios.
Nuestra constitución no es meramente una ley, sino un reflejo nítido de la visión de justicia y paz que anima a nuestra sociedad para caminar hacia el futuro, describió.
Refirió retos que fuerzan a reafirmar convicciones y reglas y a renovar el compromiso con la ley, con los principios de equidad y con la garantía de los derechos fundamentales.
Cuatro décadas nos han permitido tener esta perspectiva, pero hoy necesitamos mirar hacia el pasado, no con mera nostalgia, sino con la firme convicción de traer su importancia al presente, reflexionó el mandatario.
Llamó a que las instituciones guatemaltecas sean reforzadas y recuperen su capacidad de resguardar el sentido real de la constitución y no se presten a los intentos para tergiversar, menoscabar o erosionar su valor e intención original.
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