Ocurrió luego de más de una semana después de las elecciones departamentales y municipales del 11 de mayo.
En esa porfía Farina y Roberto Siriani (por la reelección), del Partido Nacional, consiguieron igual número de votos, incluso luego de escrutadas las papeletas observadas.
Son aquellas de quienes ejercieron el voto pese a pertenecer a otros circuitos electorales. Pueden ser funcionarios de mesa, militares en función de salvaguarda, y otros.
Ambos contendientes, amigos por demás, competían por listas distintas de la Coalición Republicana (CR), que integran nacionalistas, colorados, de Cabildo Abierto y el Partido Independiente.
«Fue una elección a la uruguaya», dijo un analista, luego que la Corte Suprema admitiera la falta de legislación ante tal empate y recurriera a antecedentes históricos.
En Aguas Corrientes en 2010 y en San Javier en 2015, se determinaron por sorteo cargos de concejales.
Ante numerosos medios de prensa la presidenta de la Junta Electoral de Canelones extrajo de la urna uno de los dos sobres depositados antes a vista pública.
Farina se llevó el sorteo, que aunque se inscribe como otro municipio para la CR, ahora está encabezado por un alcalde del Partido Colorado, un alivio ante la baja votación de esa agrupación tradicional de la política uruguaya.
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