“Vía @statedeptspox: ‘En el marco del Programa de Recompensas contra el Crimen Organizado Transnacional, ofrecemos una recompensa de hasta $us dos millones por información que conduzca al arresto y/o condena de Sebastián Marset, narcotraficante y lavador de dinero uruguayo”, afirma el texto de la legación diplomática.
Según la embajada, Washington mantiene su compromiso de colaborar con otros países para desarticular la delincuencia organizada transnacional y “proteger a los estadounidenses y nuestro sistema financiero de los cárteles de la droga”.
Marset llegó a Bolivia en 2018 junto con su familia y desarrolló actividades económicas y deportivas bajo el nombre de Luis Amorim Santos, según consta en la investigación de la Fiscalía Departamental de Santa Cruz.
Se enmascaró a través de la Asociación Cruceña de Fútbol (ACF), mediante la cual incluso compró un equipo de la categoría Aficionados, en el que jugaba con la camiseta 23.
A punto de ser capturado en el departamento de Santa Cruz el 29 de julio de 2023 por la Policía Boliviana, protagonizó una fuga espectacular con su esposa, hijos, el equipo de seguridad y se encuentra en situación de búsqueda y captura.
La cónyuge, Gianina García Troche, fue declarada en rebeldía, al igual que Marset, y en estos momentos es procesada en Paraguay, adonde llegó recientemente extraditada desde España, donde resultó detenida en julio de 2024 en Madrid, tras llegar en un vuelo desde Dubái.
Las autoridades bolivianas informaron que es procesada en este país por los delitos de instrumento falsificado, falsedad material, tráfico de sustancias controladas, asociación delictuosa y confabulación, entre otros delitos.
El ministerio de Gobierno resaltó en 2023 que diferentes operativos e investigaciones en la región contra el narcotráfico lograron “inquietar” a Marset y su esposa para que se movieran en el lugar en el que estuvieron hasta julio de 2023.
La fuga de este delincuente, provoca críticas de la oposición y de sectores de la izquierda al Ministerio de Gobierno y en particular a su extitular, Eduardo del Castillo, actual candidato a la presidencia por el Movimiento al Socialismo-Instrumento Político por la Soberanía de los Pueblos.
Con menos de 35 años, Marset se convirtió en el criminal más buscado de la región por sus nexos con el narcotráfico en su país, Uruguay, Paraguay, Brasil y Bolivia, lugares donde montaba negocios para blanquear sus ingresos ilícitos.
En la actualidad, es considerado un delincuente de “alto valor y peligrosidad”, pues cuenta con un grupo de seguridad artillado con calibre de guerra.
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