Ocho personas, entre ellas tres niños, murieron como consecuencia de esta acción militar.
Aunque la nota de la Cancillería no señala explícitamente la participación del Ejército de Israel, significó que el ataque fue dirigido a un edificio cuya ubicación había sido reportada a las autoridades militares de Tel Aviv como instalación de una organización humanitaria.
Subrayó, asimismo, que el inmueble contaba con la protección del Derecho Internacional Humanitario, por lo cual, “es plausible de ser considerado una violación al mismo”.
El sitio atacado por un dron explosivo, servía para la coordinación de las numerosas intervenciones humanitarias financiadas con apoyo de la Agencia de Cooperación Española (Aecid) y de otras entidades especializadas en estos menesteres.
“Exigimos la reanudación total e inmediata de la ayuda a Gaza y que Israel permita que la ONU y las organizaciones humanitarias trabajen de forma independiente e imparcial para salvar vidas, reducir el sufrimiento y mantener la dignidad”, sentenció la nota.
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