De acuerdo con fuentes locales, una fuerza especial israelí, estimada en unos 100 soldados y 10 vehículos bélicos y blindados, asaltó Beit Jinn, mientras cazas y drones sobrevolaban la zona.
Asimismo, se produjeron enfrentamientos entre residentes y las fuerzas de ocupación abrieron el fuego directamente contra el joven Muhammad Hamada, por razones desconocidas, lo que provocó su muerte inmediata.
En medio de un ambiente de pánico en la localidad, los uniformados de Tel Aviva trasladaron los ocho detenidos a un lugar desconocido sin que se presentaran cargos públicos ni se revelara información sobre esta operación.
Ni el gobierno sirio ni el ejército israelí se han pronunciado aún sobre los detalles de la redada. Mientras tanto, prevalece un estado de tensión e indignación popular en la localidad. La misma ciudad de Beit Jann fue blanco de un ataque aéreo israelí el domingo último, cuando un dron israelí atacó un vehículo civil, hiriendo a tres personas. El portavoz militar israelí, Avichay Adraee, declaró entonces que el ataque tenía como objetivo a un agente del movimiento Hamás.
Estos ataques forman parte de una escalada israelí desde la caída del gobierno de Bashar Al-Assad en diciembre del 2024, en un intento de Tel Aviv de impedir que el nuevo gobierno sirio extienda su plena soberanía sobre las regiones del sur.
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