Al intervenir en la Cumbre Brasil–Caribe celebrada este viernes en ese país sudamericano, Abinader destacó la urgencia de una acción conjunta frente a fenómenos como los huracanes extremos, la pérdida de la biodiversidad y la proliferación del sargazo, los cuales, alertó, afectan seriamente a los países del Gran Caribe.
El gobernante manifestó que las naciones con mayor responsabilidad histórica deben asumir un rol protagónico en el financiamiento de soluciones sostenibles y abogó por un acuerdo climático que combine de manera equilibrada el apoyo internacional, la innovación y la voluntad política, publicó la Presidencia dominicana.
Propuso, además, una transición energética inaplazable, aprovechando los abundantes recursos naturales de América Latina y el Caribe.
Más adelante planteó la necesidad de fortalecer la seguridad alimentaria mediante una mayor cooperación regional y la necesidad de dinamizar el comercio intracaribeño de productos agroindustriales, siempre según la misma fuente.
Respecto a la crisis en Haití, el dignatario reiteró que la situación en ese país representa una amenaza directa a la seguridad regional y respaldó la propuesta del secretario general de la ONU, António Guterres, de transformar la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad en Haití (MSS) en una operación híbrida bajo el control de Naciones Unidas.
Convidó a todos los países presentes a respaldar dicha iniciativa, por el bien de Puerto Príncipe y de toda la región. “La pacificación de Haití es una necesidad estratégica para toda nuestra área. Si fallamos hoy, mañana será más difícil y costoso”, alertó.
Antes de concluir, invitó a los líderes reunidos en la reunión Brasil-Caribe a asistir a la Cumbre de las Américas, que tendrá lugar en diciembre próximo en la ciudad dominicana de Punta Cana.
Adelantó que el evento buscará proyectar una agenda hemisférica dinámica y otorgará un rol destacado al sector privado como motor del desarrollo regional.
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