El portugués João Almeida, ganador este año de la Itzulia y la Vuelta a Romandía, se presenta como el gran favorito en una carrera que promete emociones fuertes y mucha batalla cuesta arriba.
Ausencias como las del esloveno Primoz Roglic, que se baja para enfocarse en el Tour de Francia, así como las de otros grandes como el esloveno Tadej Pogacar, el danés Jonas Vingegaard y el belga Remco Evenepoel, abren el abanico de candidatos y dan a Almeida una oportunidad de oro para seguir engrosando su palmarés.
Entre sus principales rivales destacan el británico Geraint Thomas, campeón aquí en 2022; el español Pello Bilbao, que llega con buenas piernas; el ruso Alexander Vlasov; el colombiano Harold Tejada; y el británico Tao Geoghegan Hart, todos con ambición de dar el zarpazo.
El equipo Movistar apuesta por una mezcla de experiencia y juventud, con el colombiano Nairo Quintana como líder, arropado por los españoles Pelayo Sánchez, Pablo Castrillo, Javier Romo, el estadounidense Will Barta, el también español Albert Torres y el portugués Nelson Oliveira. Una escuadra pensada para luchar por etapas y quizás colarse entre los diez primeros de la general.
Otros nombres que pueden agitar la carrera son el francés Julian Alaphilippe y el suizo Marc Hirschi, el irlandés Ben Healy, el esloveno Matej Mohoric y el español Ion Izagirre, todos expertos en escapadas y emboscadas.
La carrera se extenderá hasta el 22 de junio y propone ocho etapas con más de 20.000 metros de desnivel acumulado. El recorrido es variado y rompe piernas: incluye finales en alto, etapas quebradas, puertos exigentes como el Splügenpass (2.115 m) y una decisiva cronoescalada de 10,1 kilómetros entre Beckenried y Stockhütte, ideal para cerrar con drama.
La jornada más dura será la del 19 de junio, con cuatro puertos de primera categoría y final en Santa Maria in Calanca. Ese día se podrían definir las posiciones de honor, aunque nada estará cerrado hasta el último esfuerzo contra el reloj.
Sin su tradicional elenco de superestrellas, la Vuelta a Suiza de este año busca nuevo dueño. Y con Almeida en forma, varios veteranos al acecho y jóvenes con hambre, el espectáculo está garantizado.
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