El compromiso se produjo durante un encuentro entre el primer ministro canadiense y el presidente estadounidense en el marco de la Cumbre del Grupo de los Siete (G7), que tiene como escenario las Montañas Rocosas de Alberta, en Canadá.
Carney y Trump discutieron acerca de «las presiones y prioridades comerciales inmediatas para los trabajadores y las empresas de cada país, y compartieron actualizaciones sobre temas clave planteados en las negociaciones sobre una nueva relación económica y de seguridad entre Canadá y Estados Unidos», dijo la oficina del jefe de Estado canadiense.
Hablaron además sobre colaboración en otras prioridades compartidas en la cumbre, como minerales críticos, contrabando de armas y drogas, drogas ilegales y seguridad fronteriza, así como de la cooperación en defensa.
Se prevén más conversaciones entre Washington y Ottawa para finales de esta semana, después de que concluya la reunión mundial, de acuerdo con declaraciones de Dominic LeBlanc, el ministro federal responsable de las relaciones entre ambos países.
Tras el encuentro, la Casa Blanca anunció que Trump abandonaría anticipadamente la reunión del G7 debido a la escalada del conflicto entre Israel e Irán.
Según expertos, la salida anticipada del magnate estadounidense indica una postura similar a la del 2018, cuando Trump se retiró antes del final y negó su apoyo a la declaración de la Cumbre, que tradicionalmente se emite al cierre de la reunión.
El regreso a su país también evita al magnate estadounidense participar en la sesión de este martes, cuando se abordará el tema de la guerra entre Rusia y Ucrania.
El lunes, Trump expresó su descontento con la exclusión de Rusia del foro diplomático y económico y afirmó que G7 debería considerar expandirse para incluir a China.
«Creo que no habría una guerra ahora si Rusia estuviera presente», acotó.
El G7, que se formó en la década de 1970 en respuesta a desafíos como la crisis del petróleo, este año cumple otro propósito: brindar a los principales países industrializados la oportunidad de sentarse a negociar con Trump para evitar los aranceles punitivos con los que Washington amenaza a todos los principales socios comerciales de Estados Unidos.
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