La cadena de noticias local “Deraa 24” informó que los militares sionistas desplegaron maquinaria pesada y excavadoras adicionales para completar el arrasamiento de aproximadamente 50 hectáreas de terreno boscoso, tras alertar a los residentes que evacuaran la zona en un plazo máximo de cuatro días.

El ocupante justificó esta medida alegando que la densa arboleda obstruía la vista de sus puestos de observación militar cercanos, sin embargo, las negociaciones llevadas a cabo por la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS) no han conducido al cese de las operaciones sionistas.

Los residentes locales denunciaron que los militares de la ONU que operan en la zona están desempeñando un «papel ejecutivo a favor del ocupante» sin tomar ninguna medida real sobre el terreno.

La víspera, los residentes de la aldea de Al-Hamidiya, en el centro de la provincia de Quneitra denunciaron al canal Syria TV que las tropas sionistas han estado destruyendo durante toda la noche sus hogares dejando a 15 casas en ruinas.

Aclararon que la operación incluyó todas las unidades de viviendas cercanas al puesto militar israelí recientemente establecido, en el oeste del poblado.

El sábado último, fue asaltado un colegio en la localidad de Kodna mientras los niños jugaban al fútbol. Las fuerzas israelíes arrestaron a dos de ellos bajo sospecha de filmar instalaciones militares en la zona.

Los residentes de las provincias sirias de Quneitra y Deraa, fronterizas con Israel, informaron que las incursiones israelíes se han vuelto casi diarias, incluyendo asaltos a zonas residenciales, bloqueos de carreteras, establecimiento de puestos de control, registros de civiles y la confiscación de sus teléfonos.

Las tropas sionistas realizan frecuentes incursiones en las provincias de Quneitra, Deraa y Damasco-campo, donde cometen múltiples violaciones como la destrucción de tierras agrícolas y la detención de agricultores y civiles, y la confiscación de ganado.

La semana que siguió el derrocamiento del presidente sirio, Bashar Al-Assad, el 8 de diciembre de 2024, aviones israelíes lanzaron aproximadamente 500 ataques aéreos contra instalaciones militares, destruyendo casi todo el arsenal del antiguo ejército sirio.

A pesar de las reiteradas declaraciones de las actuales autoridades de Damasco de que Siria no representaría una amenaza para los países vecinos, incluida la seguridad de Israel, este último no ha cesado los ataques terrestres contra instalaciones militares, además de realizar incursiones terrestres, que han causado la muerte de civiles.

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