En declaraciones a Prensa Latina, Yang Min, director ejecutivo del Centro de Promoción del Comercio y la Educación Vitivinícola, dijo que esta zona destaca por su proceso tradicional de elaboración en recipientes de barro, una técnica poco común en el mundo vitivinícola moderno.
Asimismo, la región es reconocida por cultivar Marselan, una variedad de uva que se ha convertido en su tarjeta de presentación y cuya calidad puede compararse con las variedades clásicas internacionales, explicó el experto.
Según Yang Min, “el terroir diverso de Ningxia permite producir vinos con una amplia gama de sabores, pero también ha ayudado a desarrollar un estilo único, basado en características propias del lugar, lo que le da identidad regional”.
De acuerdo con el especialista, aunque la industria vitivinícola nacional presenta una producción considerable y una marcada diversidad regional, su presencia en el escenario internacional sigue siendo limitada.
Sin embargo, se espera que con eventos clave como el Concours Mondial de Bruxelles que finalizó recientemente aquí y gracias al esfuerzo por consolidar una identidad propia, el sector logre un progreso sostenido en los próximos años.
En cuanto al mercado interno, aunque el segmento de vinos de alta gama está dominado por marcas extranjeras conocidas, existe un creciente número de productos nacionales de excelente calidad que necesitan espacios como el Concurso de Bruselas para darse a conocer, opinó.
“Después de una lenta recuperación en 2024, nuestro vino necesita oportunidades para demostrar su valor. La participación de más de siete mil vinos en el 32 Concours Mondial de Bruxelles es un claro signo de confianza, tanto de los productores como de los consumidores”, enfatizó.
Por su parte, Gao Yuan, propietaria de la bodega Silver Heights Winery, destacó las características extremas del clima continental de la zona, que marcan una diferencia notable respecto a regiones vinícolas tradicionales de Europa y otros continentes.
«Ningxia no tiene clima mediterráneo ni oceánico; es un clima extremadamente continental», afirmó Gao Yuan. La diferencia térmica entre el invierno y el verano puede alcanzar los 50 grados centígrados, y la altitud promedio de la región contribuye a una exposición solar intensa y a un entorno ideal para el cultivo orgánico», comentó a Prensa Latina.
Además, resaltó la importancia del contraste térmico diurno: «La gran diferencia entre el día y la noche es perfecta para la elaboración de vinos tintos, pero también muy buena para los espumosos, gracias a la frescura nocturna».
En su opinión, estas condiciones naturales convierten a Ningxia en una región emergente dentro del mapa vitivinícola mundial, capaz de producir vinos distintivos con identidad propia y potencial para competir en mercados internacionales.
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