Tal decisión afloró meses después del trágico incidente ocurrido el 9 de agosto de 2023, cuando una aeronave ATR-72-500 de fabricación francesa, que cubría la ruta entre Cascavel y Sao Paulo, se estrelló en un condominio residencial de la ciudad de Vinhedo.
El siniestro dejó 62 muertos —58 pasajeros y 4 tripulantes—, tras una caída en barrena a pocos minutos del destino.
Según un informe preliminar, el aparato voló durante una hora bajo condiciones severas de formación de hielo en el fuselaje, un factor que pudo contribuir al accidente.
La ANAC explicó en su comunicado que la compañía no detectó ni corrigió fallas críticas en procesos de mantenimiento, pese a ser de carácter obligatorio.
Esa omisión, de acuerdo con el organismo regulador, reveló un sistema de supervisión interna degradado y una «incapacidad para actuar preventivamente».
Como parte de la sanción, la empresa recibió una multa de un poco más 100 mil dólares, sin posibilidad de apelación.
Desde la suspensión temporal en marzo, Voepass había entrado en un proceso de recuperación judicial con el objetivo de reorganizar sus finanzas.
Hasta entonces, contaba con una flota de seis aviones y prestaba servicios en 15 localidades nacionales.
La cancelación de su licencia marca el cierre definitivo de una aerolínea que no logró recuperar la confianza de las autoridades aeronáuticas tras el accidente.
Para la ANAC, la prioridad sigue siendo «la seguridad de los pasajeros y la integridad del sistema de aviación civil brasileño».
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