Puesta en marcha por su administración en 2022, la iniciativa incluye semillas de maíz y frijol, fertilizantes y kits fitosanitarios, además de asistencia técnica para las familias campesinas, con el objetivo de mejorar la producción, asegurar alimentos y dinamizar la economía rural.
El BTP busca fortalecer la seguridad alimentaria en la nación centroamericana, motivo por el cual alcanza una cobertura nacional y proyecta beneficiar a más de 650 mil pequeños productores al cierre de 2025.
Castro denunció el abandono en que su administración encontró el sector agrícola y ratificó su compromiso de continuar la inversión en el agro hondureño para garantizar recursos y oportunidades a los campesinos.
La mandataria instruyó que la distribución del bono se realice de manera directa, transparente y sin distingos políticos, como parte de la profunda transformación socioeconómica impulsada por el oficialista Partido Libertad y Refundación.
Este año, el ejecutivo destinará mil 700 millones de lempiras (más de 65,3 millones de dólares) para financiar estos bonos agrícolas.
Esa cifra se suma a los 700 millones invertidos en 2022, mil millones en 2023 y mil millones en 2024, hasta alcanzar un total acumulado de cuatro mil 400 millones de lempiras (unos 169,3 millones de dólares) en el período de gobierno, que concluirá en enero de 2026.
La jefa de Estado destacó este martes que “la refundación (de Honduras) no es un discurso, es una acción que se construye todos los días, sembrando justicia donde antes hubo abandono, y dignidad donde antes hubo corrupción”.
“Nos dejaron un país devastado por el saqueo, la violencia y el abandono del pueblo, pero estamos demostrando que con voluntad política y transparencia se puede sembrar esperanza”, enfatizó Castro, en alusión al bipartidismo encarnado por nacionalistas y liberales.
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