«Los líderes también discutieron la situación en toda la región medio oriental y se pronunciaron a favor de la pronta recuperación de la paz y la estabilidad en la el área», refiere el comunicado de Moscú.
El mandatario ruso y el monarca bahreiní calificaron de especialmente relevante la primera cumbre ruso-árabe, prevista para octubre, debido a la inestabilidad que atraviesa el Medio Oriente.
En cuanto al agravamiento de la situación en la región, «confirmaron la urgencia de la iniciativa rusa de celebrar la primera cumbre ruso-árabe en Moscú en octubre», señaló el Kremlin.
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