Un comunicado de la institución precisa que, con base en los registros de lluvias y vientos más recientes, dicho patrón climático se observó principalmente en las entidades de Chihuahua, Nayarit, Sinaloa, Sonora, Baja California Sur y algunas áreas de Durango.
Según lo divulgado, el fenómeno se establece entre los meses de junio y julio en el noroeste del territorio nacional, y puede extenderse hasta septiembre.
De acuerdo con los registros climatológicos, de julio a septiembre se presentan en promedio lluvias de 800 milímetros (mm) en regiones de Nayarit; 600 mm en Sinaloa; 300 mm en zonas de Sonora, Durango y Chihuahua, y superiores a 100 mm en Baja California Sur.
Los expertos estiman que aproximadamente el 65 por ciento de la precipitación anual en la región es atribuible a la presencia de este fenómeno, lo que contribuye a mitigar las condiciones de sequía y beneficia a los sectores hídrico, agrícola, ganadero y del medio ambiente.
“Si bien los monzones son un elemento crucial de la circulación global a gran escala, sus condiciones no son las mismas en las regiones donde se presentan”, debido a variaciones en función de características como la latitud y la distribución de la tierra y los cuerpos de agua, apuntan.
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