Hasta el venidero 16 de julio en su sede, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) actualizará su lista patrimonial y entre las candidaturas ese conjunto de construcciones históricas con más de 500 años de historia que unen al Pacífico con el Caribe panameño y ya algunas edificaciones forman parte de esa selección.
El Sitio Arqueológico de Panamá Viejo, el Distrito Histórico de Panamá y las Fortificaciones de la Costa Caribe de Panamá – Portobelo y San Lorenzo-, ya son Patrimonio de la Humanidad.

Faltarían por incluir de la ruta los caminos coloniales que los unen -el de Cruces y el Real-, para lo que es necesario que se amplíen los límites del Sitio Arqueológico de Panamá Viejo y del Distrito Histórico de Panamá, trascendió.
La Ruta Transístmica Colonial de Panamá es uno de los dos intercambios terrestres clave entre los océanos Atlántico y Pacífico a través de Centroamérica, como parte del Camino Real Intercontinental, un sistema comercial desarrollado por España para sus dominios coloniales entre los siglos XVI y XIX, señala el diario La Prensa.
Y en ese trayecto a eran claves los caminos de Cruces y Real para conectar el litoral Caribe con la Ciudad de Panamá (Pacífico).
Levantados por los españoles en pleno auge de la colonización, las dos rutas que atraviesan Panamá por tierra y río a la vez que cuentan la historia socioeconómica de este país, dependiente de los servicios y considerada desde sus inicios como un área de tránsito, agrega el informativo.
Se consideran, además, los precedentes de las infraestructuras modernas de Panamá como el ferrocarril y el propio Canal, que unen Pacífico y Atlántico para el trasiego de mercancías, principalmente, como eje clave para impulsar la economía local.
Con la inclusión de esos dos caminos se completaría la declaración como Patrimonio Mundial de toda la ruta que fue “parte crucial” de un sistema global que permitió el monopolio español y la conquista de las Américas.
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