La vocera del Ejecutivo, Carolina Jaramillo, indicó este lunes en rueda de prensa que, además, habrá un plan integral de mantenimiento y protección del SOTE, uno de los dos ductos que traslada el crudo desde los campos hasta la costa para su exportación y refinamiento.

Desde el 1 de julio, el SOTE está fuera de servicio debido a las fuertes lluvias en la provincia amazónica de Napo que pusieron en riesgo las tuberías como consecuencia de la erosión del río Coca.

De acuerdo con Jaramillo, ese sistema no ha recibido un mantenimiento completo en sus 53 años de existencia y las “faltas de intervenciones de fondo han dejado tramos clave del sistema expuestos a amenazas naturales cada vez más severas”.

La portavoz manifestó que la paralización tanto del SOTE como del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP) afecta la producción petrolera, aunque aseguró que “el país aún tiene reservas y aún tiene stock”.

Aclaró que no está suspendida la producción de todos los pozos petroleros, pero sí precisó que hay un cierre parcial.

En cuanto al OCP, las autoridades no han confirmado si finalmente este lunes retomará las operaciones.

En ese contexto, un informe del 13 de julio emitido por la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH) y divulgado en medios locales, refiere que la disminución de la disponibilidad de crudo en refinerías podría comprometer el abastecimiento de derivados.

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