El portavoz de la cancillería Guo Jiakun se refirió de esta forma a la nueva ronda de diálogo prevista desde esta jornada entre ambos países en Suecia.

Para el gobierno chino el objetivo es impulsar una relación sino-estadounidense estable, saludable y sostenible, en línea con los intereses de ambas naciones y la estabilidad global.

En este sentido, subrayó el papel del mecanismo de consulta económica y comercial para mejorar el consenso, reducir los malentendidos y fortalecer la cooperación a través del diálogo y la comunicación.

Sobre el reciente acuerdo alcanzado entre Estados Unidos y Europa, la cancillería inisistió en la posición de Beijing en favor de las consultas en igualdad de condiciones para resolver las diferencias.

«Al mismo tiempo, nos oponemos firmemente a que cualquier parte llegue a un acuerdo a expensas de los intereses de China», subrayó.

El vice primer ministro chino, He Lifeng, viaja al frente de la delegación del gigante asiático para un nuevo cara a cara con representantes de Estados Unidos en Suecia hasta el próximo 30 de julio.

Beijing y Washington alcanzaron el 12 de mayo pasado un pacto comercial mediante el cual se comprometieron a reducir los aranceles de forma notable y tomar otras acciones de distensión, además de establecer un mecanismo permanente de consultas económicas y comerciales.

Sin embargo las tensiones bilaterales siguieron al alza luego de que Estados Unidos acusara a China de violar los compromisos de aquel acuerdo, mientras que el gigante asiático denunció al país norteño por tomar nuevas medidas restrictivas a semiconductores y anunciar la cancelación del visado a estudiantes chinos.

El diferendo fue abordado por los presidentes Xi Jinping y Donald Trump en una llamada telefónica a principios de junio, la primera desde la imposición de los denominados «aranceles recíprocos» y la guerra tarifaria que estos desencadenaron.

Tras las últimas conversaciones en Londres, el Ministerio de Comercio indicó que Beijing «revisará y aprobará las solicitudes de exportación de bienes controlados que cumplan con las condiciones con arreglo a la ley», en una aparente referencia a las tierras raras, cuya producción controla el país asiático y que permanecen con restricciones a la exportación.

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